Entre Marte y Júpiter hay un asteroide que lleva el nombre de Miep Gies. El homenaje de la Unión Astronómica Internacional fue uno de los muchos de todo el mundo que recibió el año pasado al cumplir 100 años la mujer que rescató el diario de Ana Frank.
Gies lo recibió con humildad. "No fui una heroína", solía afirmar cuando las personas admiraban la valentía con la que en el pasado había atendido a la familia Frank cuando estaba escondida, en permanente peligro.
"Ayudar a las personas que están en peligro no es una cuestión de valentía, sino una elección entre el bien y el mal que toda persona debe hacer una vez en su vida", decía.
Miep Gies murió ayer por la noche en el hogar de ancianos en que se encontraba tras una corta enfermedad.
"No pasa un día en el que no piense en lo que pasó en ese entonces", confesó poco antes de su muerte.
El 4 de agosto de 1944 fue el día más dramático. Era un día soleado, según pudieron comprobar Ana y otros siete judíos que se escondían en una casa de Amsterdam, en la calle Prinsengracht 263, mirando apenas por las rendijas de las ventanas tapiadas.
El primero en entrar fue el sargento superior de las SS Karl Josef Silberbauer, seguido de tres nazis holandeses de la llamada Policía Verde.
Ana y los demás fueron deportados a campos de concentración. Solo sobrevivió su padre.
Hasta hoy día no se sabe quién delató a los Frank y se decidió por el mal, a diferencia de Miep Gies.
Continúa…
Análisis:
Es muy interesante que se tomen estos temas, que tienen una relevancia social muy importante por su pasado histórico. La periodista rescata muchas detalles de la vida de Miep Gies y de su relación con la familia Frank, además familiariza con el libro lo que le hace a la nota ser mucho más literaria e interesante de leer.
El Comercio
12/Enero/2010
Gies lo recibió con humildad. "No fui una heroína", solía afirmar cuando las personas admiraban la valentía con la que en el pasado había atendido a la familia Frank cuando estaba escondida, en permanente peligro.
"Ayudar a las personas que están en peligro no es una cuestión de valentía, sino una elección entre el bien y el mal que toda persona debe hacer una vez en su vida", decía.
Miep Gies murió ayer por la noche en el hogar de ancianos en que se encontraba tras una corta enfermedad.
"No pasa un día en el que no piense en lo que pasó en ese entonces", confesó poco antes de su muerte.
El 4 de agosto de 1944 fue el día más dramático. Era un día soleado, según pudieron comprobar Ana y otros siete judíos que se escondían en una casa de Amsterdam, en la calle Prinsengracht 263, mirando apenas por las rendijas de las ventanas tapiadas.
El primero en entrar fue el sargento superior de las SS Karl Josef Silberbauer, seguido de tres nazis holandeses de la llamada Policía Verde.
Ana y los demás fueron deportados a campos de concentración. Solo sobrevivió su padre.
Hasta hoy día no se sabe quién delató a los Frank y se decidió por el mal, a diferencia de Miep Gies.
Continúa…
Análisis:
Es muy interesante que se tomen estos temas, que tienen una relevancia social muy importante por su pasado histórico. La periodista rescata muchas detalles de la vida de Miep Gies y de su relación con la familia Frank, además familiariza con el libro lo que le hace a la nota ser mucho más literaria e interesante de leer.
El Comercio
12/Enero/2010
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