Para él, la instalación de una sola valla era suficiente en el sector. Las imágenes que proyectan las tres, sobre todo en la noche, no permiten, según él, que se concentre mientras conduce.
La Ordenanza 186, derogada en marzo del año pasado, especificaba que la distancia mínima entre medios de publicidad fija era de 200 m. Sin embargo, con el fallo constitucional de 2009, la Corte Constitucional resolvió “derogarla parcialmente por inconstitucional por el fondo”.
Lo que, según el Departamento de Inspección de la Zona Norte, ha permitido que durante los últimos 10 meses se coloquen vallas y pantallas LED, incluso sin los respectivos permisos. Tres de los ejemplos citados por los inspectores fueron las pantallas ubicadas en las avs. Eloy Alfaro y De los Shyris, otra en la entrada del Centro Comercial Aeropuerto y una en la esquina de la plaza Foch.
Aunque en esta última, un colaborador (no quiso identificarse) de Gustavo Terán, dueño de la pantalla instalada sobre el local Azuca, en la Juan León Mera y Foch, indicó que la empresa contaba con la autorización municipal. Al mostrar los papeles, el permiso caducó en febrero de 2009. El trabajador aseguró que los abogados de la compañía están tramitando los permisos para este año.
Mientras el Municipio resolvía una nueva resolución, el 17 de septiembre de 2009, el alcalde Augusto Barrera emitió una disposición. En ella dijo que hasta que no haya la nueva ordenanza de publicidad, no extenderían permisos ni se podrían colocar pantallas y vallas en el Distrito.
Por ese motivo, los inspectores del Cabildo solo han colocado notificaciones en las publicidades sin aval pero no han podido sancionar. Desde el mismo septiembre, la concejala Elizabeth Cabezas, presidenta de la Comisión de Suelo y Ordenamiento Territorial, realizó un taller junto con la Procuraduría del Municipio y la Secretaría de Ambiente.
En las dos citas invitaron a las empresas de publicidad para receptar opiniones con las cuales se pueda elaborar la nueva ordenanza. Según la Concejala, pidieron a las empresas que no instalaran mientras no se detallen las nuevas medidas. “Si a pesar de ello, las empresas han incumplido con esto, están estipuladas sanciones pertinentes”.
Para la Concejala es importante generar conciencia en la ciudadanía sobre la saturación de publicidad exterior en la ciudad, pues incluso puede afectar la seguridad vial. Sobre eso, la Secretaría de Ambiente presentó un informe de las afectaciones que causan este tipo de artículos.
Así indicó que las pantallas contribuyen al excesivo consumo de luz (por cada megavatio/hora generado, se emiten 0,56 toneladas de CO2. Eso contribuye al calentamiento global).
Además, señaló que la gran contaminación visual generada por ellos causa deterioro en la calidad de vida del ciudadano. Produce efectos nocivos a la salud como: estrés, fatiga ocular, dolor de cabeza, distracciones peligrosas (especialmente en la conducción), accidentes de tránsito...
Los términos de la nueva Ordenanza están en análisis legal en la Procuraduría Municipal, para luego ser discutida.
Análisis:
Esta nota periodística tiene investigación lo cual es muy importante ya que así se determina si está o no permitido que se exhiba vallas publicitarias en las avenidas del Distrito. Sin embargo, no puede ser posible que las ordenanzas aún no estén definidas por las entidades encargadas. Hoy en día no hay como darse el lujo de tener luminaria encendida sin que exista un control y un análisis previo del lugar en el que se pone y además del daño para el calentamiento global que puede significar.
El Comercio
27/Enero/2010
La Ordenanza 186, derogada en marzo del año pasado, especificaba que la distancia mínima entre medios de publicidad fija era de 200 m. Sin embargo, con el fallo constitucional de 2009, la Corte Constitucional resolvió “derogarla parcialmente por inconstitucional por el fondo”.
Lo que, según el Departamento de Inspección de la Zona Norte, ha permitido que durante los últimos 10 meses se coloquen vallas y pantallas LED, incluso sin los respectivos permisos. Tres de los ejemplos citados por los inspectores fueron las pantallas ubicadas en las avs. Eloy Alfaro y De los Shyris, otra en la entrada del Centro Comercial Aeropuerto y una en la esquina de la plaza Foch.
Aunque en esta última, un colaborador (no quiso identificarse) de Gustavo Terán, dueño de la pantalla instalada sobre el local Azuca, en la Juan León Mera y Foch, indicó que la empresa contaba con la autorización municipal. Al mostrar los papeles, el permiso caducó en febrero de 2009. El trabajador aseguró que los abogados de la compañía están tramitando los permisos para este año.
Mientras el Municipio resolvía una nueva resolución, el 17 de septiembre de 2009, el alcalde Augusto Barrera emitió una disposición. En ella dijo que hasta que no haya la nueva ordenanza de publicidad, no extenderían permisos ni se podrían colocar pantallas y vallas en el Distrito.
Por ese motivo, los inspectores del Cabildo solo han colocado notificaciones en las publicidades sin aval pero no han podido sancionar. Desde el mismo septiembre, la concejala Elizabeth Cabezas, presidenta de la Comisión de Suelo y Ordenamiento Territorial, realizó un taller junto con la Procuraduría del Municipio y la Secretaría de Ambiente.
En las dos citas invitaron a las empresas de publicidad para receptar opiniones con las cuales se pueda elaborar la nueva ordenanza. Según la Concejala, pidieron a las empresas que no instalaran mientras no se detallen las nuevas medidas. “Si a pesar de ello, las empresas han incumplido con esto, están estipuladas sanciones pertinentes”.
Para la Concejala es importante generar conciencia en la ciudadanía sobre la saturación de publicidad exterior en la ciudad, pues incluso puede afectar la seguridad vial. Sobre eso, la Secretaría de Ambiente presentó un informe de las afectaciones que causan este tipo de artículos.
Así indicó que las pantallas contribuyen al excesivo consumo de luz (por cada megavatio/hora generado, se emiten 0,56 toneladas de CO2. Eso contribuye al calentamiento global).
Además, señaló que la gran contaminación visual generada por ellos causa deterioro en la calidad de vida del ciudadano. Produce efectos nocivos a la salud como: estrés, fatiga ocular, dolor de cabeza, distracciones peligrosas (especialmente en la conducción), accidentes de tránsito...
Los términos de la nueva Ordenanza están en análisis legal en la Procuraduría Municipal, para luego ser discutida.
Análisis:
Esta nota periodística tiene investigación lo cual es muy importante ya que así se determina si está o no permitido que se exhiba vallas publicitarias en las avenidas del Distrito. Sin embargo, no puede ser posible que las ordenanzas aún no estén definidas por las entidades encargadas. Hoy en día no hay como darse el lujo de tener luminaria encendida sin que exista un control y un análisis previo del lugar en el que se pone y además del daño para el calentamiento global que puede significar.
El Comercio
27/Enero/2010
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